Una de las preguntas más comunes, y especialmente en caso de haber sido víctima de pérdida o robo, es: ¿Qué pueden hacer con mi número de cuenta y DNI? Lo cierto es que recibir ataques a nuestras cuentas es tan fácil como aprender a evitarlo.
Hasta dónde pueden llegar con un número de cuenta y DNI
Un delincuente, con estas dos informaciones: número de cuenta y DNI, tiene opciones limitadas. En este caso, solo puede realizar domiciliaciones bancarias. Si además el delincuente no tiene el DNI en físico, las acciones se complican. Normalmente, se pide un escaneado del documento.
Sea cual sea la situación, hay que estar atento a cualquier recibo sospechoso domiciliado. Se recomienda devolverlos lo antes posible. Existe un amplio plazo de devolución para estas situaciones. Además, hay que dar parte de la incidencia o irregularidad a la entidad bancaria y a la policía en caso de que se trate de un ataque o fraude.
¿Es posible el robo con un número de cuenta?
La respuesta es sencilla: no. Un número de cuenta es solo una forma de identificarla y diferenciarla. Pero para poder realizar gestiones dentro de la cuenta se necesita completar todos los pasos de verificación tanto de transferencia como de pagos, etc.
Solo con el número de cuenta no es posible realizar ningún tipo de robo. Aún así, siempre hay que facilitar esta información con cautela.
¿Es posible sacar dinero solo con el número de tarjeta?
La respuesta también es sencilla: no. Sí que es verdad que el número de tarjeta es una información más delicada que la de la cuenta bancaria. Pero aún así, no se puede hacer uso de la tarjeta solo con el número. Para poder utilizarla necesitan también la fecha de caducidad, número de seguridad o PIN.
De todas formas, para las compras por internet siempre se recomienda el uso de tarjetas virtuales de prepago o tarjetas prepago.
¿Cómo de peligroso es compartir mi número de cuenta con terceros?
El hecho de compartir el número de cuenta por sí solo no es peligroso. Aún así, hay que tener en cuenta que el número de cuenta sigue formando parte de la información delicada de nuestra economía.
Por ello, se recomienda ser cauteloso con la información privada de nuestras cuentas y compartirla solo en situaciones de necesidad o de alta seguridad.
