En la actualidad, existen en el sistema financiero colombiano cerca de $70 billones en cuentas de ahorros y $55 billones en CDT.
Aunque de este monto una parte importante, corresponde a empresas, es claro que los colombianos son bastante tradicionales a la hora de invertir y prefieren dejar su dinero en los productos que conocen de toda su vida.
Tenga en cuenta que su plata puede rentar incluso cuando está disponible para cualquier momento. Para obtener un rendimiento, no tiene que dejar su plata por meses o años invertida.
Cuando se cobra el sueldo, la mayoría paga deudas y deja lo que le queda en su cuenta de ahorros. La plata se tiene disponible en cualquier momento y pueden hacer pagos, realizar transferencias y hacer retiros con su tarjeta débito o en las oficinas del banco.
Los intereses que reciben por el saldo que mantengan en esta cuenta son muy bajos. Por ejemplo, el BCSC pagan 0,05% efectivo anual (EA), por cualquier monto. El Banco de Bogotá, no entrega retornos a aquellas cuentas que tengan como saldo menos de $50.000.
Además, las entidades cobran una cuota de manejo ya sea por la cuenta misma o por la tarjeta débito. Las tarifas oscilan entre $7.000 y $12.000, que se cancelan cada mes.
Las personas cuando quieren tener un dinero disponible –a la vista- por un período corto, son igual de tradicionales. La opción más elegible son los CDT, que ofrecen tasas de interés bajas.
Bancolombia paga 1% EA por un CDT a 30 días con un monto inferior a $10 millones. A lo que usted reciba hay que descontarle la retención en la fuente.
Lo que muchos no saben, es que algunos bancos, entre sus productos de ahorro, ofrecen los CDAT. Se trata de un ahorro a término, pero que a diferencia de los CDT, puede tener un plazo incluso de cinco días.
Los CDAT sirven para aquellos que tengan necesidades de liquidez más inmediatas. El Banco Santander, por ejemplo, ofrece su programa ‘Inversión 180’, que da tasas entre el 0,50% EA por inversiones entre 1 a 15 días, hasta 2,15% EA por un plazo de 180 días.
Aunque cualquier producto que ofrezca una rentabilidad superior a cero es mejor que tener todo su dinero en una cuenta de ahorro sin remuneración, los CDAT, al igual que los CDT, tienen un problema: sus retornos, en este momento, son menores a la inflación.
Hay otras inversiones en el mercado que le permiten tener su dinero disponible y obtener un retorno, que al comparar con las cuentas de ahorro o incluso con los CDT y CDAT es mejor.
Las fiduciarias y las compañías de bolsa tienen carteras colectivas. No todas son a plazos, las carteras abiertas le permiten retirar su dinero cuando quiera sin tener que pagar alguna sanción. Sería entonces un producto algo parecido a las cuentas de ahorro. En Skandia, por ejemplo, si usted pide la plata antes del medio día, ese mismo día tiene la plata.
La recomendación entonces es hacer una planeación financiera para dejar un monto mínimo en sus cuentas de ahorro, con lo que vaya a necesitar en los próximos 15 días, y a medida que su dinero se le agote traslade su dinero de su cartera colectiva a su cuenta de ahorro –o si es el caso su cuenta corriente-. Para esto es clave identificar sus necesidades de corto plazo de las de largo plazo.
Comparando las rentabilidad neta, de los últimos 180 días, ya descontado la comisión que cobran las entidades de cinco carteras colectivas abiertas encontramos que todas tienen retornos más altos que los que ofrecen los CDAT o CDT.
La rentabilidad de estas carteras va desde 2,8% EA, o sea, una inversión más eficiente; hay que tener en cuenta que las las compañías que gestionan sus carteras colectivas tienen una obligación de medio, más no de resultado. Si bien la rentabilidad histórica y su volatilidad, son elementos que le permitirá valorar cada cartera, esa rentabilidad no será la que usted necesariamente obtendría.
Son muchas las carteras colectivas que existen, en la página Web www.asofiduciarias.org.co, usted podrá acceder a las fichas técnicas de las carteras colectivas. Si lo que busca es dónde invertir esos excedentes de corto plazo, compare todas las carteras abiertas; revise su política de inversión, rentabilidad histórica, volatilidad y su calificación.