Considerado por muchos expertos en quiebra, Estados Unidos se encuentra en un callejón que aparenta ser sin salida, ya no puede pedir más dinero prestado tras llegar al límite su economía con una deuda que bordea el 99% del PIB (Producto Interno Bruto).
Los riesgos más grandes que tiene al día de hoy la mayor potencia económica del mundo es la de provocar un default (devaluación) o entrar en cesación de pagos con sus acreedores.
Para entender un poco mejor el problema, comenzaremos enumerando las principales características del “default” o devaluación del tipo de cambio:
- Se define como la disminución en el valor de una moneda en términos de otra moneda. Algunos autores indican que la devaluación y la depreciación no son la misma cosa (el concepto equivalente al de devaluación bajo un sistema de tipo de cambio flexible es el de depreciación).
- Bajo un sistema de tipo de cambio fijo, la autoridad monetaria es la encargada de definir el valor del tipo de cambio. Una devaluación se produce cuando la autoridad monetaria decide asignar un valor más elevado al tipo de cambio.
- Un ejemplo histórico de esta política fueron las devaluaciones del dólar en 1971 y 1973. La fortaleza del dólar se convirtió en un obstáculo para las exportaciones. La inflación domestica dentro de los Estados Unidos era más alta que la inflación en el extranjero, particularmente en Japón.
El resultado para cualquiera de las decisiones es sin dudas un estancamiento económico, la idea del Gobierno de Obama es aplicar una política restrictiva en todo sentido. Las principales medidas a tomar serían:
- Recorte del Gasto Público
- Aumento de Impuestos
- Recorte de personal del aparato estatal
Al día de hoy, con este problema sin resolver, el Departamento del Tesoro de EE.UU. debería anunciar que el país se vería obligado a declararse en suspensión de pagos, de no aprobarse una elevación inmediata del techo de deuda, actualmente situado en 14.29 billones de dólares.
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