El gobierno acaba de intervenir a la mayor corredora de bolsa del país: Interbolsa, tras el cese de sus operaciones por problemas de liquidez.
Desde ayer, el Fondo de Garantías Financieras (Fogafin), mediante un agente especialmente designado, está a cargo de la comisionista para coadministrarla, luego de que la Superintendencia Financiera decidiera tomar posesión de la firma, la más grande del país.
La medida, que está orientada a la defensa del interés público y a la protección de los acreedores e inversionistas, generó cierto nerviosismo entre los clientes; pese a esto, el mercado reaccionó con calma; el Gobierno colombiano emitió un comunicado donde trasmitió tranquilidad, afirmando que “las malas decisiones de administración de Interbolsa no reflejan un riesgo para todo el sistema. “Es un caso aislado que no afectará el mercado”, dijo el presidente colombiano Juan Manuel Santos.
A esto se le agregan las declaraciones del ministro de Finanzas, Mauricio Cárdenas, quién afirmó que “el supervisor hizo exactamente lo que se supone que debe hacer” para lograr la protección de los inversores y acreedores de Interbolsa.
El último día hábil de la semana pasada, la Superintendencia Financiera de Colombia tomó posesión de los bienes y haberes de Interbolsa, empresa que ocupaba los primeros puestos del corretaje colombiano, con operaciones que representaban más de 20% del mercado corredor.
Basó su decisión en que la misma Interbolsa reconoció la imposibilidad de pago de un crédito de 20,000 millones de pesos (unos 11 millones de dólares) tras un fallido pacto de re compra con la empresa textil Fabricato.
Por medio de declaraciones, el gobierno garantiza que las personas que tengan inversiones a través de esta firma, en acciones o en bonos o en cualquier papel, no se van a perder; simplemente se trasladarán a otra firma comisionista y de esta forma el inversor continúa con su inversión.
Actualmente, Interbolsa mantiene operaciones también en Brasil y Panamá y recientemente anunció planes de expansión para Chile y Perú.
Tiene una cartera de casi 50,000 clientes y posee un portafolio de inversiones y bonos de empresas del área textil como Coltejer y Fabricato.
A mediados del 2011 se habló sobre un plan de venta de la firma, como posible solución a los crecientes inconvenientes que atravesaba.
La operación se basaría en un monto mínimo de 430 millones de dólares, tres veces más que el valor en libros de Interbolsa, cuyo patrimonio alcanzaría los 173,5 millones.
Su éxito en el negocio se basaba en la compra y venta de acciones levantada a pulso durante más de tres lustros, convirtiéndola en una de las principales empresas del mercado cambiario.
A la hora de invertir en empresas , siempre se llegaba al grupo Interbolsa con importantes ofertas; pero, al decir de muchos operadores, en estos últimos años se cometieron muchos errores en el seno de la firma; escogiendo negocios de dudosa rentabilidad, midiendo erróneamente los tiempos de sus estrategias además de fracasar en la búsqueda de inversionistas que le garantizaran un futuro en el Mercado Integrado Latinoamericano.
En estos dos meses, la Superintendencia Financiera evaluará y analizará todas las operaciones de la firma comisionista y así dar su veredicto sobre su idoneidad para cumplir su razón social.
Cabe aclarar que la decisión solo cobija a la firma comisionista y no afecta a otras sociedades del grupo.