La revaluacion del peso implica incrementar el valor de nuestra moneda de curso legal frente al dólar, es decir, hacer que al momento de cambiar dinero colombiano por divisa extranjera, obtengamos menos de ésta última.
El caso colombiano respecto al valor de su moneda no ha presentado una tendencia bajista de largo plazo como el yen y el real, si ha mostrado caídas importantes sobre todo en el 2010, donde llegó a estar dentro de las tres monedas más apreciadas a nivel mundial frente al dólar. Estas presiones bajistas en la tasa de cambio se vuelven a presentar y los temores del año pasado reaparecen.
Ante la caída constante de la moneda nacional el año pasado, el Banco de la República tomó la determinación en septiembre de comprar al menos 20 millones de dólares diarios. Medida que se ha venido extendiendo y que aún hoy en día se mantiene en vigor. Esta herramienta se dio en medio de un ambiente global de debilitamiento del dólar americano y de fragilidad tanto en los mercados de Europa y Estados Unidos, lo cual ayudó a potenciar esta medida, generando una devaluación importante en el peso colombiano. No obstante, la medida continúa pero el peso vuelve a presentar apreciaciones importantes estableciéndose de nuevo por debajo de los 1800 pesos.
La tendencia en estos últimos meses del peso colombiano ha sido una revaluación de aproximadamente 19% lo cual ha despertado una gran preocupación en el sector productivo del país y en el mismo gobierno por las implicaciones negativas que tiene sobre la economía en general. El sector más afectado es el de los exportadores quienes cada día ven como reciben menos pesos por sus exportaciones, lo que conlleva a una disminución sustancial en sus ingresos, algo que de continuar puede llevar a la quiebra a muchas empresas exportadoras.
Algunas de la causas de la revaluación del peso son por ejemplo el incremento de los exportaciones y de precios como los del petróleo; el incremento del envío de remesas por parte de los colombianos residentes en el extranjero; el levado de activos y el ingreso de dólares producto del narcotráfico; la privatización de entidades estatales; el aumento de la inversión extranjera en el país producto del mejoramiento de la economía y la seguridad interna; el déficit fiscal del estado lo cual lo lleva a financiar ese faltante con “créditos” en el exterior, etc.