Para empezar aclararemos que NO es lo mismo apreciación que revaluación. La primera surge bajo un escenario de tipo de cambio fijo, determinado y controlado por el banco central, mientras que la revaluación sucede en un proceso de tipo de cambio flexible o flotante, determinado libremente por el mercado.
Siguiendo con la definición, decimos que la revaluación es la modificación del Tipo de Cambio de una moneda, elevando su Valor, por referencia a otra u otras. La situación contraria, en la que se disminuye su valor, es devaluación.
El caso colombiano respecto al valor de su moneda no ha presentado una tendencia bajista de largo plazo como el yen y el real, si ha mostrado caídas importantes sobre todo en el 2010, donde llegó a estar dentro de las tres monedas más apreciadas a nivel mundial frente al dólar. Estas presiones bajistas en la tasa de cambio se vuelven a presentar y los temores del año pasado reaparecen.
Ante la caída constante de la moneda nacional el año pasado, el Banco de la República tomó la determinación en septiembre de comprar al menos 20 millones de dólares diarios. Medida que se ha venido extendiendo y que aún hoy en día se mantiene en vigor. Esta herramienta se dio en medio de un ambiente global de debilitamiento del dólar americano y de fragilidad tanto en los mercados de Europa y Estados Unidos, lo cual ayudó a potenciar esta medida, generando una devaluación importante en el peso colombiano.
Como podemos ver, la implementación de medidas que incrementen el valor de nuestra moneda no sólo beneficia a los importadores, sino que también por ejemplo a quienes tienen créditos en dólares, puesto que requerirán menos pesos para amortizar sus créditos, lo cual puede ser aprovechado por el empresario para aumentar sus inversiones, bien sea adquiriendo maquinaria y equipo o adquiriendo Capital de trabajo.